Corta los jitomates a la mitad y colócalos en una olla grande. Tapa y cuece a fuego bajo durante 40 minutos, o hasta que se hayan desecho. Mueve de vez en cuando para evitar que se quemen.
Pasa los jitomates por un colador para separar la pulpa de la cáscara y las semillas. Regresa a la olla y cocina a fuego bajo durante 20 minutos más, hasta que el exceso de líquido se evapore.
Vierte el puré dentro de frascos esterilizados, dejando aproximadamente 2 centímetros de espacio entre el puré y la boca del frasco. Tapa y envuelve cada frasco en una servilleta de tela.
Acomoda los frascos envueltos, parados, dentro de una olla grande. Llena con agua, sin llegar a las tapaderas, y hierve durante 30 minutos. Apaga el fuego y deja que los frascos se enfríen a temperatura ambiente dentro de la olla.
Seca los frascos y almacena hasta por un año en un lugar fresco y seco, alejados de la luz del sol.