Es normal que los bebés sufran de estreñimiento ya sea en los primeros meses o cuando comienzan con la alimentación complementaria.1. Comidas altas en fibra
- Pera.
- Ciruela pasa.
- Chícharo.
- Brócoli.
- Espinacas.
- Zanahorias.
- Leguminosas.
- Cereal infantil de avena o cebada (granos enteros)
¿Qué le puedo dar a un bebé de 6 meses que está estreñido?
¿Cuáles son los signos del estreñimiento en bebés? ¿Y cuál es la mejor forma de tratarlo? – Respuesta de Jay L. Hoecker, M.D. El estreñimiento infantil no es común. Sin embargo, los signos que indican que un bebé podría sufrir estreñimiento incluyen los siguientes:
- Heces duras o en forma de gránulos.
- Deposiciones que parecen dolorosas o difíciles de evacuar, causando que el bebé arquee la espalda o llore, acompañadas de heces duras y secas.
- Deposiciones poco frecuentes o menos frecuentes de lo normal.
Si tu bebé recién nacido parece sufrir estreñimiento, consulta con el proveedor de atención médica para que te aconseje qué hacer. Sin embargo, ten en cuenta que la frecuencia de las deposiciones de un bebé varía según su edad y lo que come. Es común que los bebés alimentados solo con leche materna no defequen por varios días.
Hacer fuerza durante una deposición no siempre es un signo de estreñimiento infantil. Los bebés tienen músculos abdominales débiles y, a menudo, deben esforzarse para defecar. Es poco probable que tu bebé presente estreñimiento infantil si evacua heces blandas después de hacer fuerza unos pocos minutos.
El estreñimiento infantil suele manifestarse cuando el bebé empieza a comer alimentos sólidos. Si el bebé parece estar estreñido, considera la posibilidad de implementar cambios sencillos en la alimentación:
- Agua o jugo de fruta. Ofrécele a tu bebé una pequeña cantidad de agua o una porción diaria de jugo puro de manzana, ciruela pasa o pera, además de la alimentación habitual. Estos jugos contienen sorbitol, un edulcorante que actúa como laxante. Comienza con 2 a 4 onzas (aproximadamente 60 a 120 mililitros) y vete probando para determinar si tu bebé necesita más o menos.
- Comida para bebés. Si tu bebé come alimentos sólidos, prueba con puré de guisantes o ciruelas pasas, que contienen más fibra que otras frutas y verduras. Ofrécele cereales integrales como trigo, cebada o cereales multigrano, que contienen más fibra que el cereal de arroz.
Si hiciste cambios en la alimentación y tu bebé aún tiene problemas para evacuar o defeca heces duras después de unos días, pregúntale al proveedor de atención médica si podría ser útil usar un supositorio infantil de glicerina. Ten en cuenta que los supositorios de glicerina solo están diseñados para usarse de forma ocasional.
No uses aceite mineral, laxantes estimulantes ni enemas para tratar el estreñimiento infantil. En raras ocasiones, el estreñimiento infantil se produce a causa de una afección subyacente, como la enfermedad de Hirschsprung, el hipotiroidismo o la fibrosis quística. Si el estreñimiento infantil persiste a pesar de los cambios en la alimentación o está acompañado de otros signos o síntomas, como vómitos o debilidad, comunícate con el proveedor de atención médica de tu bebé.
April 23, 2022
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¿Qué frutas Estriñen a un bebé de 6 meses?
Estreñimiento en bebés ¿Sabías que nuestro sistema digestivo es considerado nuestro segundo cerebro? Una alimentación saludable es la forma ideal de mantenerlo en balance ya que impacta directamente nuestra salud mental y física. Una pregunta frecuente que nos hacemos como padres de familia es sí nuestros hijos son estreñidos.
El estreñimiento por lo general sucede cuando los músculos al final del intestino grueso se tensan, evitando que la materia fecal pase de forma regular. Mientras más tiempo permanece la materia fecal allí, más firme y seca se vuelve, haciendo que sea más difícil que pase sin molestias. Entonces, debido a que la evacuación es dolorosa, es posible que tu hijo intente retenerla conscientemente, haciendo que el problema empeore aún más.
La retención de la materia fecal ocurre más comúnmente entre las edades de dos y cinco años, en un momento en que el niño está probando su independencia, control y entrenamiento para ir al baño. Un bebé menor a dos años puede pasar días sin realizar evacuaciones y no necesariamente ser estreñido. Cuando un bebé se alimenta exclusivamente de leche materna, durante su primer mes de vida por lo general cada vez que come tendrá una evacuación blanda. Después de aproximadamente 8 semanas de nacido puede disminuir el número de evacuaciones. Y es poco frecuente que presente estreñimiento.
Un bebé alimentado con leche de fórmula tiene más probabilidades de experimentar problemas en las evacuaciones que uno alimentado exclusivamente con leche materna. Una de las principales causas es por preparar la fórmula de manera equivocada. Si no ponemos suficiente agua en la preparación esto suele estreñir a los bebés y por el contrario si vertimos agua de más podemos estar mal nutriéndolos.
Se deben seguir al pie de la letra las instrucciones de preparación para prevenir este tipo de problemas. Comienza con la alimentación complementaria de acuerdo a lo establecido por la OMS y la UNICEF, que es a partir de los seis meses. Apresurar la alimentación también puede afectar la buena digestión de los bebés.
En un recién nacido, materia fecal dura más de una vez al día, aunque esto puede ser normal en algunos bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna. Tendrías que ver aunado a esto otros síntomas como malhumor, dolor, etc. En un niño mayor, materia fecal que es dura y compacta, con tres o cuatro días entre evacuaciones. Episodios de dolor abdominal que se alivia después de haber tenido una evacuación grande. Sangre en o fuera de la materia fecal.
Algunos tips que podemos llevar a cabo para mantener una salud digestiva en nuestros bebés cuando ya se alimentan con sólidos (frutas, verduras y cereales) (Después de los 6 meses de edad) son los siguientes:
Consumir avena, mijo, trigo etc. (No refinados ni con azúcar añadida) Ojo : En las etiquetas no dirá harina de avena refinada. Solo dirá harina de avena. Si no se especifica que es integral, entonces asume que es refinada. No se la des a tu bebé.
Alterna frutas/verduras laxantes con frutas/verduras astringentes en un mismo día. Laxantes: pera, pasas, ciruelas, brócoli, acelgas, kiwi, piña, apio, papaya, etc. / Astringentes: manzana, plátano, guayaba, zanahoria, papa, etc. Ojo : Si ya sospechas que a tu bebé se le dificulta realizar evacuaciones evita las astringentes.
Evita alimentos y jugos ultraprocesados con azúcar como ingrediente. Ojo : Trata de elegir lo más natural posible, sin saborizantes, colorantes o conservadores artificiales.
Dar agua natural frecuentemente.
Realizar ejercicios sencillos como moverle las piernas o simplemente cargarlo para que no esté siempre en la misma posición o bien dar masaje suave en la pancita del bebé puede ayudar.
Lleva un diario de alimentación y evacuaciones para que tengas los patrones digestivos de tu bebé y sea más fácil para tu pediatra determinar la situación de tu bebé.
*Todo lo aquí escrito son pautas generales y no sustituye los consejos de tu profesional de la salud. Si consideras que tu bebé sufre de estreñimiento consulta a tu médico. : Estreñimiento en bebés
¿Qué frutas causan estreñimiento en bebés?
Cada vez son más las consultas de pediatría sobre casos de estreñimiento infantil. Entre las causas que provocan este trastorno se encuentra la falta de ingesta de líquidos, la poca actividad y el sedentarismo de los pequeños y, sobre todo, una dieta poco cuidada. Algunos niños tienen una tendencia natural al estreñimiento que, por más agua o fibra no conseguimos mantener a raya. Si este es el caso, puede que tu hijo sea especialmente susceptible y debas eliminar o limitar en su dieta ciertos alimentos. – Plátanos Los plátanos sin madurar contienen carbohidratos no digeribles que, además de causar flatulencias, tienden a causar estreñimiento.
- Sin embargo, al madurar, estos carbohidratos se van rompiendo en cadenas mas cortas que el organismo digiere con facilidad, causando precisamente el resultado opuesto.
- Gluten Algunos niños presentan una sensibilidad especial a esta proteína que, sin ser una intolerancia o sin ser celiaquía, les causa ciertos problemas como estreñimiento o los gases.
– Harinas y cereales refinados En general, los carbohidratos complejos, al contrario que los simples, requieren un esfuerzo digestivo que ralentiza la digestión. La presencia de fibra en estos hidratos de carbono de cadena larga hace que esta disminución de velocidad en la digestión no resulte en un aumento de la dureza de las heces.
Concretamente, el arroz blanco está a la cabeza de esta lista. En el proceso de refinado de este arroz se eliminan todas las capas externas del grano, aquellas que contienen toda la fibra y micronutrientes, por lo que su consumo resulta en una digestión más lenta y unas heces más duras. – Leche y productos lácteos Aunque no se ha encontrado una explicación científica que lo avale, algunos estudios han demostrado que tanto la leche como algunos productos lácteos pueden agravar el estreñimiento.
– Carnes rojas Por una parte, estas carnes contienen hierro, un mineral que tiende a estreñir, y por otra, según a mayor contenido en grasa, la digestión se hace más pesada, aumentando el estreñimiento. – Fritura Al incorporar grasa al alimento, se ralentiza la digestión, aumentando la posibilidad de estreñimiento.
- Sal El exceso de sal afecta al equilibrio de solutos en el organismo, de manera que es necesario derivar más agua hacia las células en ligar de hacia las heces, aumentando su dureza.
- Taninos Este compuesto natural presente en ciertos alimentos de origen vegetal, además de conferir a los alimentos y sabor amargo, presenta desventajas nutritivas.
Por una parte, es capaz de secuestrar y eliminar minerales, y por otra, se caracteriza por la disminución del movimiento de la comida en el tracto gastrointestinal que resulta en un aumento de la dureza de las heces. La lista de alimentos ricos en taninos la encabeza el cacao, seguido de algunas frutas como el caqui, los arándanos y moras y los plátanos sin madurar. Lamentablemente, el estreñimiento es un problema muy común en la infancia, pero que se puede agudizar sobre todo en el verano. El calor favorece la deshidratación, mientras que la gran variedad de actividades que los niños realizan en la temporada estival hacen que se olviden de beber agua.
Además, la escasa rutina de comidas que seguimos cuando estamos de vacaciones contribuyen a que la motilidad intestinal se vea ligeramente ralentizada. Las maneras mediante las que podemos combatir el estreñimiento infantil son, por una parte, ablandar las heces a base de aumentar la ingesta de líquidos y, por otra, aumentar el volumen de las heces aumentando la ingesta de fibra.
Además, podemos limitar el consumo de ciertos alimentos que pueden ralentizar la digestión o incrementar la dureza de las heces dificultando su expulsión. Para empezar, y sobre todo durante las jornadas de más calor, debemos asegurarnos que el niño está consumiendo suficiente cantidad de agua, ya que esta tiene un papel crucial en el buen funcionamiento del todos y cada uno de los órganos del cuerpo, además de en la formación de heces blandas.
Beber agua debe convertirse en algo rutinario para los niños, un acto aprendido que realizan con naturalidad y frecuencia, incluso antes de tener sed. Además, debemos pensar detenidamente en la dieta que ofrecemos a nuestros pequeños, incluyendo frutas y verduras frescas, legumbres y cereales integrales.
Sin embargo, un excesivo aporte de fibra a través de la dieta puede ser contraproducente. Por una parte porque produce flatulencias o gases, que aumentan la incomodidad del propio estreñimiento, y por otra, porque impiden la absorción de minerales de gran valor en la infancia, como el calcio y el hierro.
¿Cuánto puede durar un bebé de 6 meses sin defecar?
Los bebés pueden estar hasta 10 o 15 días sin defecar sin que por ello tenga que haber ningún problema. Casi todos los bebés pequeñitos llegan a estar dos o tres días sin defecar.
¿Qué hacer si mi bebé se Estriñe con la alimentación complementaria?
Si entendemos el apartado anterior tenemos de forma automática la solución: –
Aumentar la cantidad de líquido que toma. Esto se puede hacer de varias formas:
La primera es entender que la alimentación complementaria complementa a la lactancia y que por tanto no debemos forzar al niño a tomar más cantidad de alimentación complementaria de la que desee, ni limitar su acceso a la lactancia, Así mantenemos una proporción de líquido más adecuada. El bebé nos pedirá más leche y rechazará la comida cuando su cuerpo interprete que necesita más agua. Preparar las verduras sin escurrir. Cuando hervimos la verdura y la trituramos podemos hacerlo con el agua de haber hervido o sin ella. Si un niño se estriñe lo mejor es triturarla con el caldo. Ofrecer agua. Yo en los bebés de menos de un año soy más amigo de ofrecer lactancia que agua. Lleva agua, alimento y mucho más que un simple biberón de agua.
Aumentar la cantidad de fibra en la alimentación complementaria : Evitando las frutas que más estriñen (manzana, plátano maduro), y dando de las que más aligeran (naranja, mandarina, ciruela). Reduciendo la cantidad de verduras que estriñen (patata, zanahoria, arroz) y ofreciendo más de las que aligeran (judías verdes, puerro, apio, calabacín). Dando cereales integrales (con la cáscara). Ayudando a seleccionar la flora adecuada. Podemos dar Probióticos que siembren bichitos de los buenos para que tenga una flora intestinal que le ayude a digerir mejor los alimentos, produzcan menos gases y no alteren la movilidad del intestino. Moviendo más al bebé, Cuando un bebé se mueve poco, también lo hace su intestino. Cuando se mueve más y se mantiene más tiempo incorporado (no tumbado) favorecemos el movimiento del intestino. Una variante de esto son los masajes de barriga si el bebé se estriñe, Cuando haciendo todo esto no mejoran pueden necesitar transitoriamente la ayuda de un laxante, Tu pediatra te dirá cuál es el mejor para su edad y cómo usarlo adecuadamente. No es malo si se usa bien. En casos muy puntuales puede ser necesario usar Enemas, Solucionan el problema rápidamente, pero su efecto es muy limitado. Siempre que se pueda es mejor «arreglar el estreñimiento por arriba que por abajo».
¿Cuántas veces debe defecar un bebé de 6 meses?
La cantidad normal de caca del bebé – Para saber si mi bebé hace mucha caca o es normal, también dependerá mucho de la edad del pequeño, No es igual un bebé que acaba de nacer que un bebé que ya ha cumplido los siete meses de edad. Los ritmos del intestino van cambiando mes a mes.
¿Cuántas veces debe defecar un niño de 6 meses?
La mayoría de los niños defecan 1 o 2 veces al día. Otros niños podrían pasar de 2 a 3 días o más antes de defecar normalmente.
¿Cuál es el falso estreñimiento?
Entender el estreñimiento. Puntos clave: –
- Estreñimiento es cuando el bebé hace deposiciones duras y que ocasionan molestias (independientemente de si hace 2 veces al día o una cada 2 o 3 días).
- La frecuencia y forma como defeca un bebé puede ser bastante variable de unos a otros, Lo más habitual suele ser:
- En el lactante que toma lactancia materna, las heces suelen ser muy blandas o líquidas (no es diarrea) y frecuentes (con cada toma hacen), en las primeras semanas. Pasadas esas primeras semanas, va a ir espaciando las deposiciones, de manera que puede hacer desde 1-2 veces al día, hasta una vez cada varios días.
- El lactante con lactancia artificial, tiende a hacer menos veces al día, desde 2-3 deposiciones al día hasta una cada 2-3 días.
- El reflejo gastro-cólico, que es un movimiento automático del tubo digestivo que hace cuando entra comida en el estómago se empieza a mover el colon para vaciar su contenido, y «hacer sitio» en el abdomen. Este reflejo muy útil en bebés por el tamaño pequeño de su abdomen, se va perdiendo con la edad.
- Pseudoestreñimiento o «falso estreñimiento». Cuando el lactante está varios días sin defecar (hasta 7-8 días si está con lactancia materna), pero no está molesto, come bien y cuando defeca la consistencia es normal y sin dolor, no es estreñimiento, es normal, En este caso lo que sucede es que el único alimento que toma es la leche, que deja muy poco residuo y si su aparato digestivo aprovecha todo lo que puede de la leche, llega muy poco al recto; por lo que el bebé no defeca porque no tiene casi nada que expulsar.
- Pero con este «falso estreñimiento» también se puede dar la situación de que el lactante esté molesto, sobre todo después las tomas, a ratos parece que hace fuerza y «gruñe», y muchas veces no consigue defecar, pero cuando lo hace las heces no son duras. En estos casos si está varios días sin hacer estará cada vez más molesto. En estos bebés lo que sucede es que hay una cierta descoordinación (por inmadurez) entre el movimiento de su tubo digestivo y la apertura del esfínter anal (el anillo muscular que cierra el ano), con lo que no consigue defecar con facilidad. La postura en la que está un bebé, casi siempre en horizontal, tampoco ayuda.
¿Qué laxante se le puede dar a un bebé?
Estreñimiento infantil. Tratamiento urgente | Farmacia Profesional El estreñimiento es un proceso sintomático debido principalmente a malos hábitos dietéticos e higiénicos. En los niños es fundamental establecer un tratamiento lo antes posible para evitar que el estreñimiento se convierta en un trastorno crónico y que persista en la edad adulta.
Para eso, se cuenta con la ventaja de que normalmente los niños responden mejor y más rápido que los adultos a un tratamiento higiénico-dietético. DEFINICIÓN Y PREVALENCIA El estreñimiento se define como la retención de las materias fecales. Esta retención se manifiesta en una situación en la que la frecuencia evacuatoria intestinal es más baja de lo normal.
También se refiere a una dificultad para defecar, unida a la sensación permanente de evacuación incompleta, aunque la frecuencia de las deposiciones sea normal. El estreñimiento en la infancia es difícil de definir por la dificultad que representa establecer la frecuencia normal de evacuaciones en esta etapa.
- Esta frecuencia disminuye de una media de 4 evacuaciones al día en la primera semana de vida a 1,7 al día a los dos años.
- Los procesos intestinales de los bebés dependen en gran parte de su alimentación.
- Tendrán más evacuaciones y más líquidas los alimentados únicamente con leche materna.
- En cambio, aquellos, que se alimentan con fórmulas adaptadas presentan deposiciones más firmes y menos frecuentes.
Un bebé de menos de 6 meses debe evacuar al menos una vez al día como mínimo. A partir de los dos años, los niños pueden tener entre una y dos defecaciones por día. En resumen, el ritmo deposicional en la infancia varia con la edad. Comúnmente, el estreñimiento se produce por una acumulación de heces duras y secas en el colon descendente.
La formación de heces con un bajo contenido en agua que avanzan con lentitud por el intestino grueso son consecuencia de un proceso de reabsorción de agua a lo largo del colon. La reabsorción de agua está provocada por un movimiento de iones (sodio y cloruro) a través de la membrana intestinal. Cuanto más tiempo permanecen las heces retenidas, más agua es reabsorbida y más se endurece la materia fecal.
Las heces secas y duras dan lugar a una evacuación dolorosa y se produce una distensión permanente de la ampolla rectal. Esta distensión disminuye la percepción de los presoreceptores (receptores sensibles a los estímulos vasomotores) y desaparece el deseo de defecar.
- DIAGNÓSTICO
- El diagnóstico del estreñimiento infantil puede establecerse a partir del aspecto que presentan las heces del niño (duras y secas) y de la frecuencia de las evacuaciones, en función de la edad:
- Menos de dos deposiciones diarias en lactantes alimentados con lactancia materna.
- Menos de tres evacuaciones semanales en lactantes que siguen una alimentación artificial (con leche adaptada)
- Menos de dos o tres deposiciones a la semana en niños y adolescentes.
- ETIOLOGÍA
En el 95% de los casos, la etiología del estreñimiento es de origen desconocido. En su aparición influyen factores constitucionales, hereditarios y psicológicos. En determinados casos este problema se ha relacionado con la intolerancia a las proteínas de la leche de vaca.
En definitiva, el estreñimiento puede ser causado por problemas orgánicos o, más frecuentemente, puede ser un estreñimiento funcional. Las causas orgánicas son las siguientes: Trastornos obstructivos (estenosis anal congénita, microcolon, estrecheces colónicas congénitas o adquiridas, etc.). Trastornos neurológicos (enfermedad de Hirschsprung, hiper e hipoganglionosis, parálisis cerebral, lesiones medulares, etc.).
Trastornos endocrinos (diabetes, hipo e hipertiroidismo,etc.). Trastornos metabólicos (deshidratación, hipercalcemia, hipocaliemia, porfiria, lupus, etc.). Trastornos psiquiátricos (anorexia y depresión). Fármacos y sustancias tóxicas (hipervitaminosis D, codeína, abuso de laxantes, fenotiazidas, hierro, intoxicación por plomo, etc.).
- Las causas de estreñimiento funcional pueden deberse a:
- Falta de fibra en la dieta.
- Ingesta insuficiente de alimentos, agua y líquidos.
- Exceso de alimentos astringentes: plátano, arroz, patatas, alimentos ricos en azúcares (chocolate y golosinas).
- Desorden en las horas para comer y picar entre las comidas principales.
- Retirada del pañal que provoca fobia a la hora de ir al baño.
- Déficit de atención en el niño.
- Tensiones escolares al inicio del curso.
- Acontecimientos familiares traumáticos: muerte de un familiar o cambio de casa o de ciudad.
- Llevar una vida atareada y activa, que impide al niño hacer caso de sus impulsos para defecar.
- Síndrome de colon irritable.
- Edad
- La etiología del estreñimiento varía sustancialmente en función de la edad.
En niños recién nacidos y lactantes, el origen del estreñimiento se encuentra principalmente ligado a la alimentación. En ocasiones está causado por vómitos de repetición, dietas hiperconcentradas o un escaso aporte hídrico (especialmente en determinadas situaciones como el calor ambiental o la fiebre).
También puede deberse al consumo de fórmulas adaptadas de alto contenido en grasa y calcio, que contribuyen a la formación de jabones cálcicos en el intestino delgado. En esta etapa, el estreñimiento también es debido a la aparición de una fisura anal (que puede ser causa o consecuencia de este síntoma) y al pequeño grado de estenosis anal que presentan los lactantes.
Otros posibles motivos son: prolapso, fibrosis quística, hipotiroidismo, hipercalcemia, enfermedades renales y neuropatías intestinales. En la mayoría de los pacientes en edad preescolar o escolar, la causa es idiopática, pero como otras posibles causas se encuentran la enfermedad celíaca, la diabetes, la enfermedad de Crohn y la porfiria.
TRATAMIENTO En el tratamiento del estreñimiento infantil existen diferentes líneas de actuación: medidas dietéticas, medidas higiénicas y, en algunas ocasiones, tratamiento farmacológico. En todo caso, el tratamiento depende de la intensidad del cuadro y de la edad del niño. La terapia del estreñimiento requiere la existencia de una educación en los padres y los niños.
El médico de atención primaria y el farmacéutico comunitario juegan un papel muy importante en esta instrucción. Los padres y cuidadores deben conocer la importancia de la dieta en el estreñimiento, la obligación de completar correctamente el plan terapéutico establecido y la necesidad de tener calma y esperar una respuesta adecuada al tratamiento.
- Medidas dietéticas
- Las medidas dietéticas se adoptarán en función de la edad del niño.
- Lactantes de menos de 6 meses
En la lactancia artificial es importante evitar el uso de leches adaptadas con cantidades altas de calcio y grasas saturadas. Están recomendadas las fórmulas con baja cantidad de grasas saturadas, que contienen principalmente lípidos en forma de ácidos grasos poliinsaturados.
- Debe evitarse la preparación de biberones concentrados e incluso se deben aumentar un poco los aportes de agua en los biberones.
- En la lactancia natural, pueden administrarse pequeñas cucharadas de agua entre las tomas.
- A partir de los 4 meses, se puede dar al niño zumo de naranja también en cucharadas.
Entre los 4 y los 6 meses, el pediatra incluirá la fruta en la alimentación del niño. La introducción debe hacerse de forma gradual, fruta a fruta, para evitar posibles reacciones alérgicas. De las frutas, en el estreñimiento debe darse preferencia a la naranja y a la pera y evitar el plátano y la manzana.
- Niños a partir de los 6 meses En el niño mayor de 6 meses se podrá contar mucho más con la dieta para conseguir erradicar el problema de estreñimiento.
- Se aumentará la cantidad de fibra y de líquidos que se le den.
- Se recomiendan las frutas (evitando manzanas y plátanos) y las verduras (judías verdes, espinacas, acelgas y alcachofas).
Una vez introducido el gluten en su dieta, la papilla de cereales ha de contener avena o cereales integrales. Las papillas de frutas y cereales pueden endulzarse con una cucharada de miel. El agua es vital para solucionar el estreñimiento, sobre todo en las épocas más calurosas y si el niño tiene tendencia a sudar.
- Niño en edad preescolar y escolar Para esta edad se recomienda una dieta rica en fibra y la ingestión abundante de líquidos.
- La fibra dietética incrementa la masa fecal acelerando así el tránsito intestinal y evitando el estreñimiento.
- Se distinguen dos tipos de fibra en cuanto a su solubilidad en agua: Fibra insoluble: es la que se encuentra sobre todo en cereales integrales.
Se excreta casi por completo en las heces y debido a su capacidad para retener agua, aumenta la masa fecal y favorece la motilidad intestinal. Fibra soluble: fibra viscosa que encontramos en frutas, verduras y legumbres. Esta fibra, cuando llega al colon se transforma por acción de las bacterias intestinales en ácidos grasos de cadena corta y de carácter volátil, lo que da un olor especial a las heces.
- Retrasa también el paso de alimentos desde el estómago hasta el intestino.
- La fibra que más ayuda a solucionar el problema del estreñimiento es la fibra insoluble.
- Se aconseja sustituir los productos elaborados con carbohidratos refinados con baja cantidad de fibra por productos integrales que la contienen en un alto porcentaje.
Un ejemplo: el pan refinado contiene 2,2 gramos de fibra, en cambio el integral tiene 8,5 gramos. Por esta razón, aprovechando que el pan es un alimento de consumo diario, es conveniente que sea integral. Una «golosina» con mucha fibra son las palomitas de maíz, otra fácil manera de incorporar la fibra en la dieta de los más pequeños.
Resumiendo, se puede decir que los alimentos más ricos en fibra y aconsejables en las dietas contra el estreñimiento son: cereales, verduras, legumbres y frutas (ver tabla I). Se aconseja administrar 30 gramos de fibra dietética o 14,4 gramos de fibra cruda al día, al menos durante un mes, antes de comprobar la respuesta al tratamiento.
El incremento de la fibra debe realizarse de manera gradual para evitar la aparición de efectos secundarios como son flatulencia, distensión abdominal, dolor y cólicos. Por otro lado, la ingestión de grandes cantidades de fibra (más 30 gramos por día) puede disminuir la absorción de ciertos micronutrientes como el calcio, el cinc y el hierro, además de producir los efectos indeseables citados.
En general, se recomienda la ingestión de un litro a un litro y medio de agua diario para favorecer la acción de las fibras. El niño debe ingerir abundantes líquidos, sobre todo en los meses de mucho calor. Los niños con estreñimiento no deben abusar de la leche y de sus derivados, ni deben consumir grandes cantidades de carne.
También deben evitar alimentos astringentes como el arroz, la zanahoria, el plátano, la manzana, el chocolate y el membrillo. Medidas higiénicas Establecer los correctos hábitos higiénicos de defecación será, junto a las medidas dietéticas, el tratamiento de elección en el estreñimiento infantil.
En los niños menores de dos años, deben evitarse las medidas disciplinarias. En esta etapa, el mejor consejo es que las medidas dietéticas se acompañen de un horario de comidas regular, de un ambiente agradable adecuado a esta edad y de una correcta higiene en todo lo referente a la zona del pañal. En algunas ocasiones, si existen lesiones locales, será necesaria la aplicación de pomadas antiirritantes y cicatrizantes dos o tres veces al día.
En los niños que ya no utilizan pañal, se aconseja que diariamente y a la misma hora el niño esté sentado durante 5-10 minutos en el wáter después de una de las principales comidas aprovechando el reflujo gastrocólico. En los niños más pequeños es preferible utilizar orinales o similares.
- Si se sientan en el inodoro, resulta muy práctico colocar una banqueta bajo sus pies que les eleve las piernas y les ayude a hacer fuerza en la defecación y así se les trasmite a la vez una sensación de juego y no de castigo.
- Puede recurrirse a premios y alabanzas si el niño logra la deposición, en cambio se debe evitar la reprimenda si no lo hace.
En un niño mayor, el establecimiento de un hábito intestinal regular puede ser estimulado confeccionado un calendario o una tabla con adhesivos de colores para registrar los éxitos y los fracasos en este empeño. Los padres y cuidadores deben evitar que el niño se aguante las ganas de ir al baño.
Se debe responder inmediatamente a la necesidad de defecar. En este sentido, los juegos y la televisión a menudo hacen posponer este deseo inicial de evacuación. El niño debe comer correctamente, masticar bien los alimentos y seguir unos horarios de comidas regulares. El ejercicio físico moderado, como andar o montar en bicicleta, también resulta beneficioso para el estreñimiento.
Una vez realizada la defecación, se debe limpiar la zona en cuestión con agua templada. En caso de existir lesiones locales, será necesario la utilización de pomadas especialmente formuladas dos o tres veces al día. Algunos niños con estreñimiento crónico presentan asociados trastornos de la personalidad y pueden necesitar, además, tratamiento psicológico.
- Tratamiento farmacológico El tratamiento farmacológico del estreñimiento consiste en la administración de laxantes.
- Los laxantes se pueden dividir en diferentes categorías, según su mecanismo de acción: formadores de masa, emolientes, lubricantes, osmóticos y estimulantes (ver tabla II).
- Laxantes formadores de masa Los laxantes formadores de masa contienen fibra y están indicados en el estreñimiento crónico idiopático.
Su mecanismo de acción es el más parecido al proceso natural de aumento de volumen fecal. Por esta razón constituyen el tratamiento farmacológico inicial en el estreñimiento funcional. Comienzan a actuar transcurridas 12-24 horas desde su administración y pueden tardar dos o tres días en hacer efecto.
- Conviene advertir a los padres de que su efecto no es inmediato.
- Para conseguir que funcionen correctamente será preciso un consumo de líquidos adicional.
- Sus principales efectos secundarios son debidos a la fibra que contienen.
- Pueden producir sensación de plenitud y flatulencia, por esta razón se recomienda empezar su utilización con dosis bajas y aumentarlas gradualmente hasta encontrar la idónea para alcanzar la regularización intestinal.
También se aconseja aumentar la ingestión de líquidos e incluso cambiar de preparado si no se reducen los efectos indeseados. Pueden interferir la absorción de calcio, hierro y otras sustancias (salicilatos, digoxina, teofilina, etc.), por lo que debe respetarse un intervalo de tiempo (al menos una hora) entre la ingestión del laxante y otros medicamentos.
- Hay que tener en cuenta que este tipo de laxantes, debido al aumento de volumen, pueden producir un bloqueo esofágico, por lo que no deben tomarse antes de acostarse.
- Están contraindicados en caso de diverticulitis, obstrucción intestinal y en niños alérgicos al gluten y en los celíacos.
- Algunos laxantes formadores de masa contienen glucosa, circunstancia que hay que tener presente si se trata de pacientes diabéticos.
Entre este tipo de laxantes se encuentran el salvado, la metilcelulosa, la semilla de Ispaghula ( Plantago ovata ) y la goma Karaya ( Sterculia urens roxb ). Laxantes emolientes Los laxantes emolientes actúan básicamente como surfactantes: facilitan la formación de superficies de separación entre los componentes acuosos (hidrófilos) y los ácidos grasos (hidrófobos) de la mezcla de las heces.
Su efecto laxante se produce entre uno y tres días después de su administración. Pese a no absorberse, alteran la permeabilidad de la mucosa y pueden aumentar la toxicidad de otros fármacos administrados conjuntamente. Por ejemplo, pueden facilitar la absorción intestinal de otros laxantes como la fenoftaleína y la parafina líquida, lo que puede aumentar su acción y sus efectos adversos.
El principal fármaco en este grupo de laxantes es el docusato sódico. Laxantes lubricantes El modelo de laxante lubricante es el aceite mineral (aceite de parafina o parafina líquida). Este aceite penetra y suaviza la materia fecal, facilita el paso de las heces y disminuye la absorción colónica del agua.
Actúa a las 6-8 horas. Se administra por vía oral, no se digiere y sólo se absorbe una pequeña cantidad de la sustancia. Puede producirse una salida del aceite por el ano (goteo anal), sin estar produciéndose la defecación, que se minimiza en el caso de la administración de emulsiones estabilizadas de aceite.
Este efecto secundario puede provocar prurito anal. En ocasiones esta clase de laxantes pueden alterar la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K). Para evitar que el laxante interfiera esta absorción se debe administrar entre las comidas. Los laxantes lubricantes están contraindicados en pacientes con alteración de la motilidad esofágica, porque pueden provocar neumonías lipídicas por aspiración.
Laxantes osmóticos Entre los laxantes osmóticos se encuentran las sales inorgánicas (hidróxido de magnesio y tartrato sódico potásico) y compuestos orgánicos (lactitol, lactulosa y glicerol). Estos productos actúan reteniendo líquidos en el intestino para estimular el peristaltismo y la formación de heces blandas.
Las sales inorgánicas tienen un efecto que dura aproximadamente tres horas. Las sales de magnesio estimulan la secreción de colecistoquinina (hormona secretada por la mucosa intestinal), que promueve la secreción de fluidos y la motilidad intestinal. Estas sales están contraindicadas en niños con enfermedad renal crónica.
Su principal efecto secundario son las náuseas y los vómitos. Para evitar problemas de deshidratación, deben administrarse con una elevada cantidad de líquidos. La lactulosa es un disacárido sintético. Actúa más lentamente que las sales inorgánicas porque tiene que ser hidrolizada por las bacterias colónicas, que la convierten en ácido láctico que es el responsable del efecto osmótico local.
No tiene un efecto rápido, porque necesita 72 horas para actuar. Su sabor dulce la hace muy apropiada en el caso de los niños. Al inicio del tratamiento puede producir efectos secundarios como flatulencia, calambres y molestias abdominales. Está contraindicada en pacientes con intolerancia a la lactosa o a la galactosa.
- Los niños diabéticos debe usarla con precaución.
- El lactitol está químicamente relacionado con la lactulosa y presenta un sabor más agradable que ésta.
- Su administración se debe hacer con uno o dos vasos de agua.
- El glicerol es un alcohol trihidratado y altamente higroscópico.
- Sólo debe administrarse en forma de supositorios (son los conocidos supositorios de glicerina).
Es un laxante tipo mixto que tiene dos mecanismos de acción. Por un lado es osmótico y por otro es estimulante. Provoca la evacuación por un ablandamiento de la materia fecal y una lubricación del ano y del recto. Están indicados en niños y actúan a la hora o dos hora de su administración.
- Por este motivo son útiles en el tratamiento del estreñimiento agudo.
- Su uso puede producir irritación anal, por lo que se recomienda utilizarlos en períodos de tiempo limitados.
- Laxantes estimulantes Estos laxantes se clasifican en derivados de difenilmetano (bisacodilo, picosulfato sódico y fenoftaleína) y de antraquinona (sen, aloe, frángula, cáscara sagrada, ruibarbo y aceite de ricino).
También se denominan irritantes o de contacto. Se piensa que actúan al fomentan el desplazamiento de agua y de electrolitos hacia el intestino, irritando la mucosa intestinal y estimulando la motilidad colónica. Se debe considerar el uso de laxantes estimulantes cuando los laxantes formadores de masa no funcionan.
Sólo se recomiendan en tratamientos a corto plazo. Se administran generalmente por la noche, para que su efecto se aprecie a la mañana siguiente. El tiempo que tarda en hacer efecto este tipo de laxante varía entre 4 y 12 horas, dependiendo del lugar en el que actúe. Los supositorios de bisacodilo tienen un efecto mucho más rápido: menos de una hora.
El principal efecto adverso agudo de los laxantes estimulantes es la producción de calambres abdominales. Los laxantes antraquinónicos se excretan vía renal y modifican el color de la orina (desde el color amarillento-marrón hasta el rojizo). La fenoftaleína frecuentemente produce rash epidérmico y tiñe la orina de color rosa y las heces de rojo.
Produce albuminuria y hemoglobinuria. Debido a estos efectos adversos su uso es muy poco frecuente. El aceite de ricino se ha dejado de utilizar en la mayoría de los países de la Unión Europea, debido a su efecto drástico y a su sabor desagradable. Las únicas indicaciones autorizadas son en el vaciado intestinal previo a una radiografía o una intervención quirúrgica y en intoxicaciones alimentarias.
Enemas Los enemas pueden ser de dos tipos: enemas acuosos que actúan por efecto osmótico y los oleosos que lo hacen por efecto lubricante y humectante. La respuesta del organismo es muy rápida y aparece a los 2-15 minutos de ser administrados. Se presentan en forma de microenemas, para casos de estreñimiento agudo y en volúmenes mayores para el vaciado intestinal.
- Los enemas pueden ocasionar alteraciones en el equilibrio electrolítico y pérdida de fluidos.
- Si se administran de forma incorrecta pueden dañar el conducto anal y la mucosa rectal.
- Las formas de administración rectal, como los supositorios de glicerina (laxante mixto), de bisacodilo (laxante estimulante), los enemas y las sales inorgánicas (laxante osmótico) son los laxantes más adecuados para el tratamiento del estreñimiento agudo.
Tratamiento médico El tratamiento médico del estreñimiento debe ser individualizado. Comprende tres fases: evacuación completa o desimpactación, evacuación sostenida para restaurar el tono colorrectal normal y suspensión progresiva de las medidas terapéuticas.
Evacuación completa La desimpactación representa la primera fase del tratamiento médico del estreñimiento. El plan terapéutico no tendrá éxito sin una previa evacuación completa. Se recomienda efectuar la menor manipulación rectal posible, aunque en ocasiones hay que recurrir a una desimpactación manual.
Para conseguir el vaciamiento rectal se utilizarán enemas hipertónicos de fosfatos (la cantidad de enema administrado variará en función de la edad del niño) o supositorios de bisacodilo (dos veces al día hasta obtener una defecación sin heces duras).
- Una impactación importante de materia fecal dura necesitará la administración de enemas durante 2-5 días.
- Se deben utilizar los enemas con precaución porque un uso continuado puede conducir a trastornos hidroeléctricos, como hipocalcemia e hiperfosforemia.
- Los enemas de agua corriente, hierbas y espuma de jabón, están contraindicados.
Pueden producir diferentes complicaciones: convulsiones, intoxicación hídrica, dilución de electrolitos séricos, perforación y necrosis intestinal. Mantener la evacuación Una vez conseguida la total evacuación rectal se debe mantener un hábito de defecación normal.
La mejor estrategia es la combinación de un tratamiento higiénico-dietético adecuado, asociado si es preciso a un tratamiento farmacológico. En el tratamiento del estreñimiento en niños, se recomiendan los laxantes formadores de masa y los laxantes osmóticos como lactulosa o lactitiol y supositorios de glicerina.
Suspensión progresiva de la medicación Tras lograr el establecimiento de la defecación regular se debe reducir progresivamente el uso de laxantes y al mismo tiempo aumentar la ingesta de fibras solubles e insolubles. Generalmente, un estreñimiento crónico necesita meses de tratamiento y tienden a producirse recaídas.
Será muy importante reconocer estas recurrencias a tiempo y así instaurar las medidas higiénico-dietéticas adecuadas. De esta forma puede disminuir la necesidad de prescribir medicamentos. BIBLIOGRAFÍA Cordero L, et al. Protocolos para trastornos menores del proyecto Tesemed: estreñimiento. Pharmaceutical Care España 2001;3:155-74.
Herrero R, Kirchschlager E, Camps T. Manejo en atención primaria del estreñimiento crónico en la infancia. Medifarm 2000;10(5):281-89. Núñez JA, Aguirre MC, De la Nuez A. Estreñimiento. Farmacia Profesional 1999;13(4):52-67. : Estreñimiento infantil. Tratamiento urgente | Farmacia Profesional
¿Cómo ablandar las heces en minutos en niños?
Cambiando lo que el niño come y bebe – Cambiar lo que come y bebe el niño puede hacer que sus heces sean más suaves y fáciles de evacuar. Para ayudar a aliviar los síntomas, un niño debe:
comer más alimentos con alto contenido de fibra beber mucha agua y otros líquidos si come más fibra
Obtenga información sobre ¿Qué debe comer y beber el niño si está estreñido? para ayudar a aliviar el estreñimiento. Los niños deben beber mucha agua y otros líquidos para ayudar a prevenir el estreñimiento.