Alimentos que bajan las plaquetas – Un alto número de plaquetas puede ocasionar la aparición de coágulos sanguíneos que desemboquen en una trombosis. Por eso, cuando necesitamos reducir la cifra de plaquetas en el organismo debemos incluir en nuestra dieta algunos de los siguientes alimentos.
Uno de los más recomendados es el ginkgo biloba, ya que tiene una gran cantidad de antioxidantes y terpenoides que evitan la aparición de coágulos y trombos y reducen la viscosidad sanguínea. No obstante, los comprimidos de ginkgo biloba deben tomarse siempre bajo control médico. La alta concentración de alicina del ajo disminuye la concentración de plaquetas en la sangre.
El ajo es un alimento que se caracteriza por ser anticoagulante y vasodilatador, aunque estas propiedades se consiguen si se consume el ajo crudo, La carne de pescado es rica en omega 3, ideal para reducir la concentración de plaquetas. Aquí se recomienda consumir sardinas, boquerones, carne de salmón, atún, trucha, cangrejos y gambas.
- Los especialistas recomiendan comer pescado azul 3 veces a la semana.
- Frutas como la piña y las uvas negras también ayudan a disminuir los niveles de plaquetas en la sangre.
- Por último, las personas que presentan un alto nivel de plaquetas deben eliminar de su dieta alimentos que sean ricos en vitamina K, especialmente el brócoli, las coles, las verduras de hoja verde y las carnes rojas.
Llevar un estilo de vida saludable y evitar el consumo de alcohol o de medicamentos que no nos haya prescrito el médico pueden ayudarnos a mantener nuestros niveles de plaquetas en los límites adecuados.
¿Que no debes comer cuando tienes plaquetas bajas?
Asimismo, la cebolla y el ajo al contener alicina, un compuesto que oxida y rompe células sanguíneas. No es recomendable consumirlos si sospechas que tienes niveles bajos de plaquetas.
¿Qué fruta sube plaquetas?
Frutas – También las frutas, como las naranjas, son alimentos que ayudan a subir las plaquetas. No hay que olvidar lo saludables que son las frutas en general, siendo también un alimento ideal para las plaquetas, sobre todo por la vitamina C que generan algunas frutas como la naranja, el kiwi, las fresas o el limón.
¿Qué pasa si una persona tiene las plaquetas bajas?
Síntomas de plaquetas bajas Tendencia a la formación espontánea de hematomas. Aparición de petequias en la piel (hematomas diminutos). Hemorragia prolongada en heridas de escasa consideración. Sangrado espontáneo por la nariz.
¿Cómo saber que las plaquetas están subiendo?
Descripción general – Las plaquetas son partes de la sangre que ayudan a formar coágulos. La trombocitosis es un trastorno en el cual tu cuerpo produce demasiadas plaquetas. Se denomina trombocitosis reactiva o trombocitosis secundaria cuando la causa es una afección subyacente, como una infección.
- Con menor frecuencia, cuando el recuento elevado de plaquetas no tiene una afección subyacente aparente como causa, el trastorno se denomina trombocitemia primaria o trombocitemia esencial.
- Esta es una enfermedad de la sangre y la médula ósea.
- Un nivel elevado de plaquetas se puede detectar en un análisis de sangre de rutina conocido como hemograma completo.
Es importante determinar si es trombocitosis reactiva o trombocitemia esencial para elegir las mejores opciones de tratamiento.
¿Qué nivel de plaquetas es preocupante?
¿Cómo se trata la trombocitopenia? – Es posible que necesite una transfusión de plaquetas. Estas transfusiones se realizan con mayor frecuencia en un centro de tratamiento ambulatorio. Los pacientes rara vez ingresan en el hospital solo para recibir transfusiones de plaquetas.
¿Cómo se inicia la leucemia?
Signos y síntomas de la leucemia en niños Muchos de los síntomas de la leucemia en niños pueden deberse también a otras causas, y la mayoría de las veces estos síntomas no son causados por leucemia. No obstante, si su hijo presenta cualquiera de ellos, es importante que un médico le examine para que se pueda determinar la causa y recibir tratamiento de ser necesario.
La leucemia se origina en la médula ósea, lugar donde se forman nuevas células sanguíneas. Los síntomas de la leucemia a menudo son causados por problemas en la médula ósea. A medida que las células leucémicas se acumulan en la médula, pueden sobrepasar en número a las células sanguíneas normales. Como resultado, un niño puede que no tenga suficientes glóbulos rojos, glóbulos blancos ni plaquetas normales.
Estas carencias se manifiestan en las pruebas de sangre, pero también pueden causar síntomas. Las células leucémicas también podrían invadir otras áreas del cuerpo, lo cual también puede causar síntomas. Síntomas causados por recuentos bajos de glóbulos rojos (anemia): los glóbulos rojos llevan oxígeno a todas las células del cuerpo.
Sensación de cansancio Debilidad Sensación de frío Mareo o aturdimiento Dificultad para respirar Piel más pálida
Síntomas de una disminución de glóbulos blancos normales: los glóbulos blancos ayudan al cuerpo a combatir las bacterias. Los niños con leucemia a menudo tienen altos recuentos de glóbulos blancos, pero la mayoría de ellos son células de leucemia que no protegen contra la infección, y no hay suficientes glóbulos blancos normales. Esto puede ocasionar:
Infecciones que pueden ocurrir debido a una escasez de glóbulos blancos normales. Los niños con leucemia pueden contraer infecciones que no parecen desaparecer o pueden contraer una infección después de otra. Fiebre, a menudo es el principal signo de infección. Sin embargo, algunos niños pueden presentar fiebre sin tener una infección.
Síntomas causados por recuentos bajos de plaquetas: las plaquetas en la sangre normalmente ayudan a detener el sangrado. Un número disminuido de plaquetas puede causar:
Tendencia a presentar fácilmente moretones y sangrados Sangrado nasal frecuente o severo Sangrado de las encías
Dolor de huesos o de articulaciones: este dolor es causado por la acumulación de células leucémicas cerca de la superficie del hueso o dentro de la articulación. Hinchazón del abdomen: las células leucémicas se pueden acumular en el hígado y el bazo y causar que estos órganos aumenten de tamaño.
Esto podría notarse como llenura o hinchazón del abdomen. Generalmente las costillas inferiores cubren estos órganos, pero cuando están agrandados a menudo el médico los puede palpar. Pérdida de apetito y de peso: si el bazo y/o el hígado se agrandan demasiado, pueden presionar otros órganos, como el estómago.
Esto puede ocasionar que el niño se sienta lleno después de comer solo una pequeña cantidad de alimentos, produciendo pérdida de apetito y pérdida de peso con el tiempo. Ganglios linfáticos hinchados: algunas leucemias se propagan a los ganglios linfáticos, los cuales son normalmente grupos de células del sistema inmunitario en el cuerpo que tienen la forma de un frijol.
- Se pueden observar o sentir ganglios agrandados como masas debajo de la piel en ciertas partes del cuerpo (como a los lados del cuello, en las áreas de las axilas, sobre la clavícula o en la ingle).
- También puede ocurrir hinchazón de los ganglios linfáticos que se encuentran en el interior del pecho o del abdomen, pero esta sólo puede observarse mediante, como CT o MRI.
En los infantes y los niños, los ganglios linfáticos a menudo se agrandan cuando combaten una infección. Un ganglio linfático agrandado en un niño con mucha más frecuencia es un signo de infección que de leucemia, pero un médico lo debe revisar y hacerle un seguimiento minucioso.
Tos o dificultad para respirar: algunos tipos de leucemia pueden afectar a las estructuras en el centro del pecho, tales como los ganglios linfáticos o el timo (un órgano pequeño ubicado frente a la tráquea, el conducto de respiración que conduce a los pulmones). El agrandamiento del timo o de los ganglios linfáticos en el pecho puede presionar la tráquea, causando tos o dificultad para respirar.
En algunos casos en que el recuento de glóbulos blancos es muy alto, las células de la leucemia pueden acumularse en los pequeños vasos sanguíneos de los pulmones, lo que también puede causar dificultad para respirar. Hinchazón en la cara y los brazos: un timo agrandado puede causar presión sobre la vena cava superior (SVC), una vena grande que lleva sangre desde la cabeza y los brazos de vuelta al corazón.
- Esto puede hacer que la sangre «retroceda» en las venas.
- A esto se le llama síndrome de la SVC, y puede causar hinchazón en el rostro, cuello, brazos y la parte superior del tórax (algunas veces con una coloración roja azulada de la piel).
- Algunos otros síntomas son: dolores de cabeza, mareos y, si afecta el cerebro, un cambio en el conocimiento.
El síndrome de la SVC puede ser potencialmente mortal de modo que requiere tratamiento inmediato. Dolores de cabeza, convulsiones y vómito: unos pocos niños tienen leucemia que ya se ha propagado al cerebro y a la médula espinal cuando se descubre. Esto puede dar lugar a síntomas tales como dolores de cabeza, dificultad para concentrarse, debilidad, convulsiones, vómitos, problemas de equilibrio y visión borrosa.
Erupciones en la piel, o problemas en las encías: en los niños con leucemia mieloide aguda (AML), las células leucémicas se pueden propagar a las encías, causando hinchazón, dolor y sangrado. Si la AML se propaga a la piel, puede dar origen a pequeños puntos de color oscuro que pueden parecer un sarpullido común.
Una acumulación de las células de la AML debajo de la piel o en otras partes del cuerpo se llama cloroma o sarcoma granulocítico, Cansancio extremo y debilidad: una consecuencia poco común, pero muy grave de la AML es el cansancio extremo, la debilidad y la dificultad en el habla.
Esto puede ocurrir cuando un gran número de células leucémicas causa que la sangre se vuelva demasiado espesa y se haga más lenta la circulación a través de los pequeños vasos sanguíneos del cerebro. Como se indicó anteriormente, es probable que la mayoría de los síntomas presentados anteriormente se deban a una dolencia distinta a leucemia.
Aun así, resulta importante que un médico le examine para determinar y tratar la causa de los síntomas, de ser necesario. : Signos y síntomas de la leucemia en niños
¿Qué sube las plaquetas de forma natural?
Alimentos que ayudan a subir las plaquetas – Además de lo dicho hasta ahora, hay ciertos alimentos para subir las plaquetas que ayudan a atenuar los síntomas en los casos leves de un bajo número de estas. Entre los productos que ayudan a mejorar el estado de salud de las personas cuyas plaquetas estén bajas por causas alimenticias, están los siguientes:
Verduras de hoja verde como la col, lechuga o espinaca, que presentan altos índices de vitamina K, incrementará el número de plaquetas. Legumbres como las lentejas o garbanzos, que tienen folato, que ayuda a aumentar el número de plaquetas, también será muy positivo. El consumo de productos lácteos (presentes en la leche, queso o yogures). Frutos secos (que aportan nutrientes, vitaminas y minerales, además de ser ricos en fibra). Carne magra y pescado (que son fuente de zinc y vitamina B12 ).
En cualquier caso, cuando una persona se sienta mal y tras someterse a pruebas médicas se establezca un conteo bajo de plaquetas, deberá acudir de inmediato a su médico para que le asesore sobre qué hacer, cómo subir las plaquetas y cuál es el tratamiento adecuado a su caso.
Licenciado en 1989 en Medicina y Cirugía por la Universidad de Málaga (UMA) Colegiado 6.024 del Colegio de Médicos de Málaga |
Director Médico Grupo BonoMedico |
¿Cuál es el nivel normal de plaquetas?
La cantidad normal de plaquetas en la sangre es de 150,000 a 400,000 plaquetas por microlitro (mcL) o 150 a 400 × 10 9 /L. Los rangos de los valores normales pueden variar ligeramente. Algunos laboratorios usan diferentes medidas o podrían evaluar diferentes muestras.
¿Qué produce el aumento de plaquetas en la sangre?
La trombocitemia generalmente se debe a los genes. La presencia de mutaciones, o cambios, en los genes que controlan la forma en que la médula ósea produce plaquetas puede provocar trombocitemia. Algunos de esos genes son JAK2, CALR y MPL. La trombocitemia puede ser hereditaria.