¿Por qué es importante la digestión? – La digestión es importante porque el cuerpo necesita los nutrientes provenientes de los alimentos y bebidas para funcionar correctamente y mantenerse sano. Las proteínas, las grasas, los carbohidratos, las vitaminas, los minerales y el agua son nutrientes.
Las proteínas se descomponen químicamente en aminoácidos Las grasas se descomponen químicamente en ácidos grasos y glicerol Los carbohidratos se descomponen químicamente en azúcares simples
MiPlato ofrece ideas y consejos para ayudarle a satisfacer sus necesidades individuales de salud (en inglés). El aparato digestivo descompone químicamente los nutrientes en partes que son lo suficientemente pequeñas como para que el cuerpo las absorba.
¿Qué sucede con los alimentos cuando termina su proceso en el sistema digestivo?
Una enzima del jugo gástrico comienza la digestión de las proteínas que comemos. El proceso termina en el intestino delgado. Allí, varias enzimas del jugo pancreático y de la mucosa intestinal descomponen las enormes moléculas en unas mucho más pequeñas, llamadas aminoácidos.
¿Qué es lo que elimina el sistema digestivo?
¿En qué consiste la digestión? – El sistema digestivo está formado por el canal alimentario (también llamado tubo digestivo) y otros órganos como el hígado y el páncreas. El canal alimentario consiste en una serie de órganos, incluyendo el esófago, el estómago y el intestino, unidos en un largo tubo que va de la boca al ano.
El tubo digestivo de una persona adulta tiene unos 30 pies (unos 9 metros) de longitud. La digestión se inicia en la boca, mucho antes de que los alimentos lleguen al estómago. Cuando vemos, olemos, saboreamos o incluso imaginamos una comida apetitosa, nuestras glándulas salivales, situadas delante de los oídos, debajo de la lengua y cerca del maxilar inferior, empiezan a fabricar saliva.
Cuando los dientes desgarran los alimentos, la saliva los humedece para que nos resulte más fácil tragarlos. Una enzima digestiva de la saliva llamada amilasa empieza a descomponer algunos de los hidratos de carbono (almidones y azúcares) que contienen los alimentos antes de que abandonen la boca.
- La conducta de tragar (o deglución), realizada por los movimientos de los músculos de la lengua y de la boca, desplaza los alimentos hasta la garganta, o faringe.
- La faringe es una vía de paso tanto para los alimentos como para el aire.
- Una lengüeta de tejido blando llamada epiglotis cierra la entrada a la tráquea cuando tragamos para evitar que nos atragantemos.
Desde la garganta, los alimentos descienden por un tubo muscular llamado esófago, Series de contracciones musculares que describen un movimiento ondulatorio, llamado peristaltismo, empujan los alimentos por el esófago hasta el estómago. Las personas normalmente no son conscientes de los movimientos del esófago, el estómago y el intestino, que tienen lugar cuando los alimentos pasan por el tubo digestivo.
Al final del esófago, un anillo muscular (o válvula), llamado esfínter, permite que los alimentos entren en el estómago y luego se cierra para impedir que los alimentos y los líquidos vuelvan a entrar en el esófago. Los músculos del estómago remueven los alimentos y los mezclan con jugos digestivos que contienen ácidos y enzimas, lo que permite fragmentarlos en trozos mucho más pequeños y digeribles.
La digestión que tiene lugar en el estómago requiere un ambiente ácido. Los alimentos no están listos para salir del estómago hasta que se han transformado en un líquido espeso llamado quimo, Una válvula muscular del tamaño de una nuez, situada a la salida del estómago y llamada píloro, impide que el quimo salga del estómago antes de que adquiera la consistencia adecuada para entrar en el intestino delgado.
- el duodeno, la primera porción en forma de «C»
- el yeyuno, la porción intermedia y enroscada
- el íleo, la última porción que conduce al intestino grueso
La pared interna del intestino delgado está recubierta de millones de proyecciones microscópicas similares a los dedos, llamadas vellosidades intestinales, La función de las vellosidades intestinales consiste en absorber los nutrientes para que lleguen a la sangre.
- El torrente sanguíneo transporta estos nutrientes al resto del cuerpo.
- El hígado (situado debajo de la caja torácica en la parte superior derecha del abdomen), la vesícula biliar (oculta justo debajo del hígado) y el páncreas (situado debajo del estómago) no forman parte del canal alimentario, pero son unos órganos imprescindibles para la digestión.
El hígado fabrica bilis, que ayuda al cuerpo a absorber las grasas. La bilis se almacena en la vesícula biliar hasta que sea necesaria. El páncreas fabrica enzimas que ayudan a digerir proteínas, grasas e hidratos de carbono. También fabrica una sustancia que neutraliza los ácidos del estómago.
- Estas enzimas y la bilis se transportan por unos canales especiales, llamados conductos, hasta el intestino delgado, donde ayudan a descomponer los alimentos.
- El hígado también ayuda a procesar los nutrientes dentro del torrente sanguíneo.
- Desde el intestino delgado, los alimentos no digeridos (y parte del agua) pasan al intestino grueso a través de un anillo muscular o válvula que impide que los alimentos vuelvan a entrar en el intestino delgado.
Cuando los alimentos llegan al intestino grueso, el proceso de absorción de nutrientes está casi completado. La principal función del intestino grueso consiste en eliminar el agua de la materia no digerida y formar los desechos sólidos (o caca) a excretar.
- El ciego es la primera porción del intestino grueso. El apéndice, una bolsita hueca en forma de dedo, que cuelga al final del ciego. Los médicos creen que el apéndice es un vestigio de épocas anteriores de la evolución humana. Parece que ya ha dejado de ser útil en el proceso digestivo.
- El colon asciende, desde el ciego, por la derecha del abdomen, cruza el abdomen superior, desciende por la izquierda y finalmente se une al recto. El colon se divide en tres partes: colon ascendente y colon transverso, que absorben líquidos y sales; y colon descendente, que almacena los desechos generados. Las bacterias del colon ayudan a digerir los alimentos que aún quedan por no digerir.
- El recto es donde se almacenan las heces hasta que salen del sistema digestivo por el ano al ir de vientre.
Nuestro cuerpo tarda horas en digerir los alimentos por completo. : El sistema digestivo
¿Qué nutrientes se absorben en el sistema digestivo?
El proceso de absorción de nutrientes se produce principalmente y con una extraordinaria eficacia a través de las paredes del intestino delgado, donde se absorbe la mayor parte del agua, alcohol, azúcares, minerales y vitaminas hidrosolubles así como los productos de digestión de proteínas, grasas e hidratos de carbono
¿Qué cambios sufren los alimentos en el proceso digestivo?
Cavidad oral – En los humanos, la digestión empieza en la cavidad oral, donde los alimentos son masticados. La saliva es secretada en la boca, en grandes cantidades (1-1,5 L/d) por tres pares de glándulas salivales (parótida, submaxilar y sublingual) y es mezclada por la lengua, con la comida masticada.
Hay dos tipos de saliva: una es una secreción acuosa, delgada y su propósito es humedecer la comida. La otra es una secreción mucosa, espesa, que contiene las enzimas ptialina o amilasa salival que hidroliza el almidón y la lisozima que desinfecta las posibles bacterias infecciosas; actúa como lubricante y causa que las partículas de alimento se mantengan pegadas unas a otras formando un bolo.
La saliva sirve para limpiar la cavidad oral, humedecer el alimento y además contiene enzimas digestivas tales como la amilasa salival, la cual ayuda en la degradación química de los polisacáridos, tales como el almidón, en disacáridos tales como la maltosa.
¿Qué pasa cuando el cuerpo no absorbe los nutrientes?
La malabsorción causa deficiencias de todos los nutrientes o deficiencias selectivas de proteínas, grasas, azúcares, vitaminas o minerales. Por lo general, las personas con malabsorción pierden peso o tienen dificultad para mantener su peso a pesar de un consumo adecuado de alimentos.
¿Qué órgano se cierra cuando pasan los alimentos?
Resúmenes – La epiglotis es un colgajo de cartílago localizado en la garganta detrás de la lengua y al frente de la laringe, y generalmente está derecha en reposo permitiendo que el aire pase a la laringe y a los pulmones. Cuando una persona traga, la epiglotis se dobla hacia atrás para cubrir la entrada de la laringe, de tal manera que los alimentos sólidos y líquidos no ingresen a la tráquea y a los pulmones.
¿Qué ocurre con los alimentos en el interior de nuestro cuerpo?
En este artículo se detectaron varios problemas. Por favor, edítalo para mejorarlo: Este aviso fue puesto el 16 de marzo de 2014. |
Diagrama del tracto digestivo en el ser humano. La digestión en el ser humano es el proceso mediante el cual los alimentos y bebidas se descomponen en sus partes más pequeñas para que el cuerpo pueda usarlos como fuente de energía, y para formar y mantener los tejidos,
- Comienza en la boca, cuando masticamos y comemos, y termina en el intestino delgado,
- Cuando comemos, los alimentos no están en una forma que el cuerpo pueda aprovechar sus componentes para nutrirse.
- Los alimentos y bebidas que consumimos deben transformarse en moléculas más pequeñas antes de ser absorbidos a través de la sangre y ser transportados a las células de todo el cuerpo.
El proceso químico varía un poco dependiendo de la clase de alimento.
¿Qué disminuye el hierro?
ALIMENTOS QUE BLOQUEAN LA ABSORCIÓN DEL HIERRO – Tan importante es conocer los alimentos que facilitan la asimilación del hierro como aquellos otros que la impiden. En este sentido, ten en cuenta que:
Los taninos del café y el té bloquean la absorción del hierro, por eso deben evitarse después de comer.Los alimentos muy ricos en fibra, calcio u oxalatos (espinacas o acelgas) tampoco dejan que se asimile bien.Y no conviene abusar de los fármacos antiácidos.
¿Dónde se absorben las calorías?
Entienda cómo funcionan las calorías de sus alimentos – Dicho en términos simples, una caloría es una unidad de energía. Las calorías indican el contenido energético de los alimentos y las bebidas que consumimos, de manera que entender cómo funcionan puede ayudarle a tomar decisiones informadas acerca de su dieta y ejercicio.
- Existen tres principales fuentes de energía en la dieta humana, vienen de los tres macronutrientes: carbohidratos, grasas y proteínas.
- Los carbohidratos son la fuente principal.
- Aportan cuatro calorías por gramo.
- Las grasas están en segundo lugar y aportan más del doble de las calorías: 9 calorías por gramo.
Las proteínas son la tercera fuente, y aportan cuatro calorías por gramo. (Algunos países usan kilojoules en lugar de calorías para medir la energía de los alimentos. En este artículo utilizamos calorías y aquí está la tasa de conversión que necesita: 1 caloría = 4.2 kilojoules.) Una pregunta común es si todas las calorías son iguales.
Sobre papel, es difícil argumentar por qué no serían iguales, recordemos que las calorías son una medida, de manera que una caloría de grasa debería aportar la misma cantidad de energía que una caloría derivada de la proteína. Sin embargo, en realidad esta pregunta deberíamos planteársela a los intestinos.
Nuestros intestinos absorben casi todas las calorías de los carbohidratos, las proteínas y las grasas que comemos. Sin embargo, nuestros intestinos tratan la fibra (un tipo de carbohidrato) de manera diferente a los demás macronutrientes. En lugar de absorber todas las calorías que la fibra aporta, el intestino solo absorbe la mitad.
¿Qué es la absorción de los alimentos?
Proceso por el que se incorporan los nutrientes desde el aparato digestivo hacia la sangre para que el cuerpo los pueda usar.
¿Por qué no se digieren los alimentos?
Factores de riesgo – Factores que pueden aumentar el riesgo de sufrir gastroparesis:
Diabetes Cirugía abdominal o esofágica Infección, generalmente por un virus Determinados medicamentos que retrasan la frecuencia con la que se vacía el estómago, como los analgésicos narcóticos Esclerodermia – una enfermedad del tejido conectivo Enfermedades del sistema nervioso, como Parkinson o esclerosis múltiple Baja actividad de la tiroides (hipotiroidismo)
Las mujeres son más propensas que los hombres a desarrollar gastroparesis.
¿Qué pasa si no se digieren los alimentos?
Complicaciones – La gastroparesis puede causar varias complicaciones, por ejemplo, las siguientes:
Deshidratación grave. Los vómitos continuos pueden provocar deshidratación. Malnutrición. La falta de apetito puede significar que no obtienes las calorías suficientes o que no puedes absorber suficientes nutrientes debido a los vómitos. Alimentos sin digerir que se endurecen y permanecen en el estómago. Los alimentos sin digerir que quedan en el estómago se pueden endurecer y formar un tumor sólido denominado «bezoar». Los bezoares pueden provocar náuseas y vómitos, además de poner en riesgo la vida, si no permiten que los alimentos pasen al intestino delgado. Cambios impredecibles en el nivel de glucosa sanguínea. Aunque la gastroparesis no provoca diabetes, los cambios frecuentes en la velocidad y la cantidad de alimentos que ingresan al intestino delgado puede ocasionar cambios erráticos en los niveles de glucosa sanguínea. Estas variaciones en la glucosa sanguínea empeoran la diabetes. A su vez, el control deficiente de los niveles de glucosa sanguínea empeora la gastroparesis. Disminución de la calidad de vida. Es posible que los síntomas dificulten trabajar y mantenerse al día con otras responsabilidades.
¿Qué provoca la falta de enzimas digestivas?
Dispepsia funcional | Farmacia Profesional Pautas nutricionales El término «dispepsia» se utiliza para describir cualquier tipo de molestia abdominal, como dolor, regurgitación del contenido del estómago, sabor desagradable de la boca, ardor de estómago, sensación de plenitud o henchimiento del abdomen, producción de eructos o borborigmos (ruidos en el intestino).
La autora explica cómo una buena dieta puede contribuir a reducir estas molestias. A menudo, la dispepsia es referida, popularmente, como indigestión o digestión pesada. Su sintomatología puede ser muy amplia y en ocasiones, bastante dolorosa. Además, tiene un considerable impacto en la calidad de vida de quienes la padecen y constituye uno de los problemas de salud más prevalentes en atención primaria.
Su tasa de prevalencia es próxima al 20% en los países occidentales y afecta al 25% de los españoles, preferentemente a adultos a partir de los 40 años, con similar distribución entre hombres y mujeres. La causa de las dispepsias en los adultos hay que buscarlas generalmente en los desequilibrios alimentarios -tanto de deglución como de digestión- y en las alteraciones enzimáticas que no permiten una buena digestión de los hidratos de carbono y las proteínas.
- En ocasiones estos problemas aparecen sin causa justificada, lo que puede inducir a pensar en un problema de carácter psicosomático provocado por el estrés, las tensiones nerviosas, etc., que se evidencia con una respuesta del sistema digestivo.
- Es tarea de los profesionales de la salud ayudar al paciente no sólo a identificar y modificar los posibles factores desencadenantes de la dispepsia, sino a promover unos hábitos de vida saludables.
El tratamiento no farmacológico consigue mejorar la salud general de la persona mediante ciertas modificaciones en el estilo y forma de vida que se consideran, en general, saludables: disminuir el sobrepeso, comer despacio masticando bien, evitar el abuso de grasas y estimulantes en la ingesta, evitar el abuso de alcohol, dejar de fumar, hacer ejercicio físico no competitivo y evitar el empleo innecesario y sin prescripción médica de fármacos que puedan causar molestias digestivas.
- Manejo de la dispepsia mediante la dieta Determinadas enfermedades gastrointestinales pueden evitarse si se siguen unos hábitos y tratamientos dietéticos adecuados.
- Entre las enfermedades gastrointestinales más susceptibles de tratarse mediante hábitos dietéticos se encuentra la dispepsia.
- El seguimiento de una dieta adecuada, seleccionando los alimentos más óptimos y evitando los más perjudiciales para el caso concreto de esta enfermedad gastrointestinal, hará más efectivo su tratamiento farmacológico.
Alergias alimentarias Una de las primeras tareas a realizar es comprobar la posibilidad de que exista intolerancia hacia algún alimento. Es importante observar las reacciones del estómago en cada digestión; de esta forma se podrán identificar los alimentos que producen molestias digestivas, para eliminarlos de la dieta o restringir su ingesta.
La hipersensibilidad alimentaria es una reacción adversa a ciertos componentes de la dieta en la que hay implícita una actuación del sistema inmunitario que contribuye al desarrollo de problemas gástricos. Hay que señalar que la dieta durante la gestación y la infancia tiene un efecto muy importante en el desarrollo de alergias alimentarias.
Para prevenirlas desde la edad más temprana de la vida está indicado prolongar la lactancia materna, utilizar fórmulas infantiles parcialmente hidrolizadas e introducir no demasiado pronto ciertos alimentos alergénicos. Comidas equilibradas Las comidas equilibradas en hidratos de carbono, proteínas y grasas favorecen una buena salud gástrica.
Deben prevalecer las fibras, los vegetales y las proteínas y las grasas deben reducirse a la mínima cantidad posible. Las comidas bajas en proteínas no estimulan la secreción de la gastrina, lo que a su vez estimula la secreción de ácido clorhídrico. Vaciamiento gástrico Dados los síntomas presentes en la dispepsia funcional, es razonable asociarla a un trastorno en el vaciamiento gástrico.
Éste se encuentra en un 24-78% de los pacientes con dispepsia funcional. Muchos pacientes con dispepsia funcional presentan disfunción motora antral y vaciamiento gástrico enlentecido, pero la falta de correlación entre los síntomas y las anormalidades detectadas pone en duda su papel primordial en su producción.
De cualquier forma, evitar los factores alimentarios y/o psicológicos que producen dicho retraso contribuirá positivamente en el manejo de los síntomas de la dispepsia. Por tanto, es necesario considerar qué alimentos favorecen o desfavorecen el vaciamiento gástrico para pautar una dieta adecuada. El pH del estómago tiene una importancia decisiva.
La acidez disminuye la velocidad del vaciamiento gástrico mediante un mecanismo nervioso adrenérgico. El ácido no se vierte en el duodeno a una velocidad superior a la que se produce su neutralización por parte de las secreciones pancreáticas y duodenales.
Por ello, los alimentos ácidos, además de dificultar la acción de las enzimas salivares, contribuyen al retraso en el vaciamiento gástrico. Los líquidos se vacían con mayor rapidez que los sólidos. La presencia de alimentos sólidos en el duodeno provoca un retraso del vaciamiento. Ciertos componentes de los alimentos aumentan y otros disminuyen la motilidad gástrica, acelerando y retardando, respectivamente, su vaciamiento.
Así, los hidratos de carbono abandonan el estómago con mayor rapidez que las proteínas y las grasas. El paso de las grasas del estómago al duodeno es muy lento. La ingestión de cantidades elevadas de grasas puede inhibir totalmente la motilidad gástrica.
- La presencia de grasas o de sus productos de degradación en el duodeno estimula en la mucosa duodenal la secreción de una hormona llamada enterogastrona, que inhibe la motilidad gástrica siempre que la inervación vagal del estómago esté intacta.
- Cuanto mayor es la densidad calórica de lo ingerido, menor es el vaciamiento gástrico, por ello es recomendable realizar comidas frecuentes y poco copiosas.
La ansiedad, la depresión, el miedo y otros estados emocionales inhiben el vaciamiento, en tanto que la placidez mental y el reposo físico lo aceleran. En cuanto a las circunstancias concretas en que tienen lugar las diferentes comidas a lo largo del día, es aconsejable que se coma en situación relajada y sin estrés, tratando de masticar y ensalivar los alimentos suficientemente.
Una comida bien masticada es más fácil de ser digerida por las enzimas digestivas. Enzimas digestivas Las enzimas digestivas permiten que el organismo absorba y aproveche los nutrientes que contienen los alimentos presentes en la dieta. Las enzimas metabólicas contribuyen a la eliminación de toxinas y sustancias de deshecho, además de ayudar al buen funcionamiento del sistema inmunológico, mientras que las enzimas dietéticas ayudan a que tengan lugar diferentes procesos digestivos además de contribuir al correcto funcionamiento de otras enzimas.
En las enfermedades digestivas que afectan principalmente al estómago y al intestino tiene lugar una falta o destrucción de enzimas. La digestión de los alimentos se produce gracias a la acción de estas enzimas. Tipos de enzimas. Hay 3: proteolíticas, necesarias para digerir las proteínas; lipasas, para digerir las grasas; y amilasas, necesarias para digerir los hidratos de carbono.
- La mayor parte se forman en el interior de células presentes en la boca, el estómago, el páncreas y el intestino delgado, es decir, a lo largo del tubo digestivo y en glándulas anejas.
- Deficiencias.
- Una deficiencia de estas enzimas afecta a la absorción y el aprovechamiento de los nutrientes, ya que las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas, sin la presencia de enzimas, no pueden fraccionarse y dar lugar a sustancias más sencillas que puedan pasar al torrente sanguíneo para poder ser utilizadas por las células.
Además, esto puede dar lugar a procesos de fermentación y putrefacción de los alimentos que han quedado parcialmente digeridos, lo que causa la aparición de los síntomas de dispepsia (digestiones difíciles), flatulencia o aerofagia (exceso de gases), etc.
- Un ejemplo de deficiencia de enzimas digestivas es la falta de lactasa en el intestino.
- Esta enzima es la encargada de degradar la lactosa (azúcar de la leche), y su carencia provoca una intolerancia a la lactosa que cursa con flatulencia, diarrea, dolor e hinchazón abdominal.
- En este caso conviene eliminar de la dieta o disminuir la cantidad de leche y otros alimentos que contienen lactosa.
Los yogures y los quesos curados y semicurados apenas contienen lactosa, por lo que se toleran bastante bien y resultan alimentos interesantes para cubrir las necesidades diarias de calcio, mineral imprescindible para el mantenimiento de la estructura ósea.
Alimentos crudos. Las enzimas dietéticas, que forman parte de la composición de los alimentos, se destruyen en gran medida por la acción del calor, es decir, al asar, cocer, calentar o freír los alimentos. Por tanto, los alimentos crudos son la principal fuente alimentaria de enzimas. De ahí la importancia de que la dieta incluya buena cantidad de ensaladas y fruta fresca.
Algunas enzimas proteolíticas como la bromelina y la papaína, que se encuentran en la piña y la papaya respectivamente, pueden contribuir a que la digestión sea más fácil, por lo que el consumo de estas frutas al final de la comida es beneficioso. Suplementación.
Aunque se lleve a cabo una alimentación equilibrada, si el aparato digestivo no puede transformar y absorber los nutrientes, resulta difícil gozar de una buena salud, por lo que si es necesario se puede recurrir al empleo de suplementos de enzimas, siempre bajo la supervisión de un especialista que valore la necesidad en cada caso, para asegurar el aprovechamiento de los nutrientes y evitar la acumulación de sustancias tóxicas en el organismo.
Microflora intestinal y probióticos El ecosistema microbiano del aparato digestivo actúa sobre numerosas propiedades fisiológicas, sobre todo en lo que se refiere al proceso de absorción intestinal. La microflora interviene aumentando el volumen de los compartimientos digestivos, la superficie intestinal de absorción, las dimensiones de las microvellosidades y su renovación celular, así como el tránsito digestivo y la motilidad intestinal.
- La acción antagonista hacia gérmenes patógenos es la más importante de la microflora digestiva y consiste en proteger frente a las infecciones y la colonización por parte de gérmenes patógenos del tubo digestivo.
- Los distintos mecanismos que forman la primera línea de defensa del huésped de las infecciones intestinales constituyen la resistencia a la colonización.
Avances en fisiopatología han situado el papel protector de las bacterias probióticas como elemento importante a tener en cuenta en la prevención y el tratamiento de trastornos gastrointestinales como la dispepsia. Las bacterias probióticas son una herramienta dietética que disminuye la susceptibilidad de sufrir infecciones manteniendo la flora intestinal con niveles inmunológicos aceptables, por lo que deben ser incorporadas como elementos nutritivos en la dieta diaria.
- Lactosa. La mayoría de las bacterias que constituyen la flora subdominante, especialmente los lactobacilos, produce una relevante cantidad de betagalactosidasas.
- El hecho resulta significativo en los sujetos que presentan intolerancia hacia la lactosa, porque la betagalactosidasa producida por las bacterias lácticas parece estimular la producción de la lactasa residual en el enterocito y, en consecuencia, se obtiene una mayor tolerancia a la lactosa, ya que la enzima determina la hidrólisis de glucosa y de galactosa, de fácil absorción por parte de la mucosa intestinal.
Se activan, además, otras reacciones enzimáticas capaces de intervenir sobre los residuos inutilizados por el contenido intestinal: alfa-D-glucosidasas, alfa-maltosidasas, alfa-D-xilosidasas. La digestibilidad de los alimentos se podría aumentar también gracias a la predigestión de factores no nutricionales, como el ácido fítico y los glucosinatos, en sustratos asimilables por parte del huésped.
Aminoácidos esenciales. Los probióticos podrían mejorar, además, la asimilación de los aminoácidos esenciales para el huésped, sintetizándolos o inhibiendo la acción de las desaminasas y de las descarboxilasas bacterianas producidas por la microflora del tracto digestivo. Vitaminas. Algunos cultivos de bacterias probióticas requieren, para su actividad metabólica, justamente las vitaminas del grupo B (por eso se justifica la inclusión de vitaminas del grupo B en formulaciones asociadas), mientras que otros logran sintetizar directamente vitaminas (K, B 12, B 9, H, B 2, B 5 ), cuya actividad es particularmente útil justamente para la función fisiológica del aparato gastrointestinal.
Bacterias lácticas. Muchas investigaciones han demostrado que las bacterias lácticas pueden ejercer una actividad antimicrobiana sobre algunos componentes patógenos de la flora intestinal. La actividad antimicrobiana de las bacterias lácticas se debe a la acumulación de bacteriocinas, antibióticos, agua oxigenada, ácido láctico y ácido benzoico.
Las bacterias lácticas constituyen un verdadero antídoto eficaz contra las infecciones entéricas. Lo que hay que evitar en la dieta Junto a las pautas dietéticas anteriores hay que determinar qué elementos de la dieta resultan negativos para el paciente que sufre de dispepsia: – Bebidas alcohólicas. Producen una fuerte irritación e inflamación de la mucosa gástrica que conlleva a la producción de jugo gástrico, destrucción de la mucina protectora, cuadros de gastritis crónica e incluso úlcera péptica.
– Bebidas estimulantes. Las bebidas que contienen sustancias estimulantes como la cafeína son irritantes e incrementan la producción de jugos gástricos, retardan los procesos de cicatrización y son causa de dispepsia, reflujo y gastroesofagitis. – Picantes.
Las especias picantes son estimulantes del jugo gástrico, producen microhemorragias y retardan los procesos de cicatrización, por lo que desencadenan gastritis y úlceras digestivas. – Vinagre. Hace la mucosa gástrica más sensible a la acción de los jugos gástricos y genera ardor y pesadez estomacal. Se deben evitar, por tanto, los alimentos encurtidos en vinagre.
– Frituras. Contienen acroleína procedente del calentamiento del aceite de freír. Este compuesto es muy irritante para el estómago y favorece la producción de gastritis. – Alimentos grasos. Se deben evitar o consumir moderadamente, tanto fritos como guisados.
- La influencia de los lípidos en la fisiopatología intestinal se ha constatado por varios mecanismos.
- Las grasas están contenidas en gran proporción en los alimentos de origen animal.
- La grasa no se vacía en el duodeno a una velocidad superior a la que tiene lugar su emulsión por los ácidos biliares y la lecitina biliar.
– Leche. Hasta hace poco la leche se consideraba un protector gástrico. En la actualidad se ha descubierto que su acción tampón (reguladora de la acidez) sólo es de tipo transitorio, es decir, a corto plazo, ya que a las 2-3 horas de su ingestión la secreción gástrica aumenta.
- Por tanto, se debe regular su consumo y prever las horas en las que se toma para evitar molestias.
- Harinas.
- Por su contenido en gluten, empeoran los cuadros de colitis, especialmente las derivadas del trigo, la cebada y el centeno.
- Las harinas blancas deben evitarse en los cuadros de estreñimiento y reemplazarse por harinas integrales.
– Carnes rojas. Contienen sustancias nitrogenadas no proteínicas llamadas purinas, que incrementan la producción de jugos gástricos y producen un cierto grado de inflamación del estómago que predispone a la gastritis. – Azúcar blanco. Empeora las hemorroides, incrementa hasta 3 veces el riesgo de colitis y enfermedad de Crohn y favorece el desarrollo de Helicobacter pylori,
- Chocolate.
- Por su contenido en azúcares concentrados, grasa y sustancias estimulantes, incrementa la producción de jugos gástricos y agrava los cuadros de gastritis, esofagitis y hernia de hiato.
- Su consumo frecuente altera la función del colon y empeora el estreñimiento.
- Legumbres.
- Suelen producir flatulencia, que empeora los síntomas de estreñimiento, colon irritable y colitis en general.
– Frutos secos. Son causa frecuente de alergia intestinal y deben consumirse con cuidado y vigilancia. – Salvado de trigo. Por su contenido en fibra insoluble, puede ser irritante para la mucosa intestinal y ello conlleva un incremento del dolor y la distensión abdominal.
- Tabaco. Se ha asociado a la aparición de úlceras y a problemas en su cicatrización, por lo que se recomienda abandonar su uso.
- Chicles.
- Se deben evitar ya que pueden causar ingestión de aire (aerofagia).
- La tabla I recoge sinópticamente esta clasificación de alimentos en función de su relación con la dispepsia.
Conclusión Los trastornos dispépsicos pueden requerir, en algunos casos, al principio, la indicación de un plan de alimentación adecuado. En otros es suficiente con enseñar a disponer del tiempo necesario para cada comida, a distribuir la alimentación diaria en 4 comidas, a masticar bien y comer despacio y a excluir de la dieta alimentos flatulentos, grasas, fritos y alimentos hipertónicos (muy dulces o muy salados), así como aquéllos a los que el paciente afectado muestre intolerancia.
- La reacción a las tensiones cotidianas también contribuye al malestar abdominal.
- En pacientes que comprueben esta correlación será de utilidad el tratamiento de la conducta y el apoyo emocional. –Tabaco.
- Se ha asociado a la aparición de úlceras y a proble-mas en su cicatrización, por lo que se recomienda abando-nar su uso.
–Chicles.Se deben evitar ya que pueden causar ingestión deaire (aerofagia). La tabla I recoge sinópticamente esta clasificación de ali-mentos en función de su relación con la dispepsia. Bibliografía general Feinle-Bisset C, Horowitz M. Dietary factors in functional dyspepsia.
Neurogastroenterol Motil.2006;18:608-18. Saito YA, Locke GR, Weaver AL, Zinsmeister AR, Talley NJ. Diet and functional gastrointestinal disorders: a population-based case-control study. Am J Gastroenterol.2005;100:2743-8. Timmons S, Liston R y Moriarty KJ. Functional Dyspepsia: Motor Abnormalities, Sensory Dysfunction and Therapeutic Options.
Am. J Gastroenterol.2004;9:739-47. Bibliografía de consulta a texto completo en www.doymafarma.com ⋅ Alegría E, Maceira A. Abordaje de la dispepsia. Tratamiento de la dispepsia funcional. GH Continuada.2006;5:166-9. ⋅ Balboa A, Perelló A, Mearin F. Protocolo de actuación en la dispepsia funcional.
¿Por qué la comida no se va a los pulmones?
¿Qué es la aspiración por disfagia? – Se conoce como aspiración cuando algo entra en las vías respiratorias o pulmones por accidente. Pueden ser alimentos, líquidos o algún otro material. Esto puede causar problemas de salud graves, como la neumonía. La aspiración puede presentarse cuando una persona tiene problemas para tragar (deglutir) normalmente.
- Esto se conoce como disfagia.
- Cuando usted traga comida, esta baja por su boca y llega a su garganta.
- Esa parte se llama faringe.
- Desde allí, la comida baja por un tubo largo (esófago) y entra en su estómago.
- Ese movimiento es posible gracias a una serie de acciones de los músculos de esas zonas.
- Si tiene disfagia, los músculos no funcionan correctamente.
Entonces, causan problemas en el proceso de deglución (la acción de tragar). La faringe también es parte del sistema que hace llegar el aire a sus pulmones. Cuando usted respira, entra aire a su boca y sigue hasta la faringe. Luego el aire baja a su vía respiratoria principal (tráquea) y entra en sus pulmones.
Una tapa (colgajo) de tejido llamada epiglotis descansa sobre la parte superior de la tráquea. Ese colgajo impide que la comida y las bebidas bajen y entren en la tráquea cuando usted traga. Sin embargo, en algunos casos, los alimentos o las bebidas pueden entrar en la tráquea. Pueden bajar mientras traga.
O pueden volver desde el estómago. Una persona con disfagia tiene muchas más probabilidades de aspiración. La disfagia es más común en los adultos mayores. Un ataque cerebral es una causa muy común tanto de disfagia como de aspiración. Alrededor de la mitad de las personas que tuvieron un ataque cerebral también tienen disfagia.
¿Como el sistema digestivo y el hígado elimina los productos del metabolismo?
Funciones del hígado – El hígado regula la mayoría de los niveles de sustancias químicas de la sangre y secreta una sustancia denominada bilis. Esta ayuda a transportar los desechos desde el hígado. Toda la sangre que sale del estómago y los intestinos pasa por el hígado.
Producción de bilis (ayuda a transportar los desechos y a descomponer las grasas en el intestino delgado durante la digestión) Producción de ciertas proteínas para el plasma sanguíneo Producción de colesterol y proteínas especiales para ayudar a transportar las grasas por todo el cuerpo Conversión del exceso de glucosa en glucógeno de almacenamiento (este glucógeno más tarde se puede convertir nuevamente en glucosa para la obtención de energía) Equilibrio y producción de glucosa según fuera necesario Regulación de los niveles de aminoácidos en la sangre (son las unidades formadoras de proteínas) Procesamiento de la hemoglobina para la distribución de su contenido de hierro (el hígado almacena hierro) Conversión del amoníaco tóxico en urea (la urea es uno de los productos finales del metabolismo de las proteínas y se excreta en la orina) Depuración de fármacos y otras sustancias tóxicas de la sangre Regulación de la coagulación sanguínea Resistencia a las infecciones mediante la producción de factores de inmunidad y eliminación de ciertas bacterias del torrente sanguíneo Depuración de bilirrubina (una acumulación de bilirrubina haría que la piel y los ojos se tornasen amarillentos)
Una vez que el hígado ha descompuesto las sustancias nocivas, los subproductos se excretan en la bilis o la sangre. Los subproductos biliares ingresan en el intestino y, finalmente, salen del cuerpo en las heces. Los subproductos sanguíneos se filtran en los riñones y salen del cuerpo en forma de orina.